jueves, 4 de julio de 2013

La leyenda negra


ALFREDO SUÁREZ | Hace prácticamente mes y medio, nuestro querido club nos dio una de las mayores alegrías en los últimos años, no sólo por ganar un título que se nos había negado en las últimas finales (1999-2000-2010), más bien fue por el hecho de haber ganado a un rival al cual no le hacíamos doblar las rodillas desde finales del año 99 en un partido de liga. 14 años sin ganarles, y 25 partidos aguardando una nueva oportunidad y esta se dio en el mejor escenario posible, en su estadio y con un título de por medio. Muchos se escudan en la suerte para restar méritos a la victoria, en mi opinión esa postura es de mediocres, pero que cada palo aguante su vela. Sin embargo, para aquellos que tengan un poco de interés en la historia de la copa del rey, sabrán que este hecho no es una excepción, sino que se ha convertido a lo largo de la historia de ambos clubes, en la norma habitual. Trofeo que jugamos con el Real Madrid en su estadio...acaba en nuestras vitrinas. ¿Casualidad? ¿maldición? A gusto del consumidor. 





En estas cuatro fotografías están congelados esos bellos momentos donde el Atleti se ha proclamado campeón de copa en el feudo madridista, 111 años sin ganarnos un trofeo en su casa...palabras mayores. Después del partido del 17 de mayo y de la forma en la cual se desarrolló, en mi mente se ha posado un pensamiento que es difícil de evitar. ¿Tiene el Madrid una leyenda negra cuando juega finales con nosotros en su propio estadio? Pues no sería el primer caso en el fútbol mundial. Aquí os dejo en mi opinión el más conocido en el mundo futbolístico. Bela Guttman y el Benfica.

Allá por finales de los años 50, aterrizó en tierras lusas un entrenador húngaro llamado Bela Guttman, un adelantado de su época. Pionero del sistema 4-2-4 que inició al mando del MTK y que posteriormente copiarían otros grandes equipos en años  sucesivos, (Hungría `54 y la Holanda `70). Su primer equipo en Portugal fue el Oporto, el cual se proclamó campeón de liga bajo su batuta. El Benfica en una genial jugada maestra, logra birlarle el entrenador al eterno rival. Y el acierto fue total. Comenzaron a llegar los éxitos al equipo de las águilas. En su primera temporada, se proclama campeón de liga. Al año siguiente continúan llegando títulos a las vitrinas. Esta vez la liga y la preciada Copa de Europa, (destrona al  Real Madrid, después de ganar cinco títulos seguidos). Los seguidores benfiquistas comienzan a sacar pecho, ya no solo se han convertido en el mejor equipo de Portugal por encima del Oporto, al que superan en títulos nacionales e internacionales, sino que ahora son el mejor equipo de Europa.

  Llega la siguiente temporada y el equipo no cede un ápice en su afán por seguir haciendo historia. Aunque el Sporting Club se lleva el título de liga, el Benfica gana la copa de Portugal y otra vez se proclama el mejor equipo del continente, ganando por segunda vez consecutiva la Copa de Europa. El mundo futbolístico gira su cabeza hacia Portugal y en especial hacia un equipo, el Benfica. Con sus dos grandes figuras a la cabeza, el maestro Bela Guttman y el artista mozambiqueño Eusebio. Pero donde todo tendría que ser alegrías, éxitos, felicidad y un remanso de paz, ocurre un suceso que cambiará la historia del equipo. El técnico húngaro pidió un merecido aumento de sueldo y como respuesta del club, obtuvo la rescisión de su contrato. Desafiante, Bela soltó esta frase maldita:" Sin mí, este equipo nunca más ganará una final europea".

Eusebio y Guttman
En un principio sonó como  un comentario arrogante, más que nada por el potencial que tenía el equipo, Simoes, Coluna, Eusebio, Aguas y compañía. La temporada siguiente el Benfica se planta en la final de la Copa de Europa, y la pierde 2-1 contra el Milán, con Nereo Rocco en el banquillo. Comenzaba la maldición. En el 65 repite final continental y de nuevo cae derrotado, esta vez ante el Inter de Milán por 1-0, con Elek Schwartz de entrenador. 3 años después otra final, y ya se piensa que a la tercera será la vencida y con Otto Gloria de entrenador pierden 4-1 ante los ingleses del Manchester United. Tendrían que pasar otros 20 años para volver a ver al Benfica en una final, pero con idéntico desenlace, derrota por penalties ante el PSV holandés. Se contrata al prestigioso entrenador sueco Sven Goran Eriksson, con un extenso curriculum de títulos. Y así se plantan en su 5º final desde su último título. Aunque parezca increíble, caen por 1-0 ante el Milán. Y eso que  aprovechando que la final fue en Viena, lugar donde estaba enterrado Bela Guttman, la expedición completa  del Benfica, visitó su sepulcro y le hizo una ofrenda floral, esperando cambiar el destino negro que pesaba sobre  el equipo.


Dice la leyenda que si la famosa águila "Vitoria" del Benfica da dos vueltas al majestuoso estadio da Luz el conjunto lisboeta saborea el triunfo. Teniendo en cuenta los resultados de los últimos 50 años, la sombra de Bela Guttman es la que planea en el cielo del Benfica.

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