Quique Sánchez Flores en su presentación | FOTO: cadenaser.com |
ÁLVARO GÓMEZ | Después de una gran temporada conquistando la Copa del Rey y
el tercer puesto en liga, podemos afirmar que el Atlético de Madrid ha vuelto a
la élite de la mano de un entrenador excelente, Cholo Simeone, considerado la
clave del éxito del equipo en los dos últimos años. La pregunta es, a parte de
Simeone, ¿hay algún otro artífice de que el Atleti vuelva a codearse entre los
grandes?
Si retrocedemos cuatro años, nos encontramos con un Atleti en Champions con Abel Resino en el banquillo, pero con más de una década en blanco en cuanto a títulos, y con un vergonzoso descenso a Segunda. La temporada empieza mal para el Atleti, y la directiva decide como es habitual cuando algo va mal, destituir al entrenador, entregándole el equipo a Quique Sánchez Flores.
Quique produjo esa cierta ilusión que genera todo nuevo
entrenador, aunque posiblemente nadie se imaginaba la grandísima segunda vuelta
de campeonato que iba a darse en competiciones coperas. En liga fue otra
historia, con un Atleti irregular y lejos de puestos de clasificación para
campeonato europeo.
Con la Europa League | FOTO: es.uefa.com |
Con un equipo muy desequilibrado del centro del campo hacia
atrás, pero con cracks como Agüero, Forlán o Simao en el ataque, Quique se
clasificó para la final de Copa del Rey, que acabó perdiendo contra el Sevilla,
y para la final de Europa League, donde el club colchonero ganó 2-1 al Fulham
inglés con un gol de Forlán en el minuto 116 que nunca se irá de la memoria del
aficionado rojiblanco.
Fue el primer título para una generación de jóvenes atléticos
que estaban acostumbrados a ver al tercer club de España hundido en la
mediocridad, viendo con envidia como otros celebraban sus triunfos por los que
el Atleti nunca luchaba.
Además, llegado agosto de 2010, el madrileño Quique Sánchez
Flores conquistó la Supercopa de Europa ante el reciente campeón de la Champions,
el Inter de Milán. Tras catorce años en blanco, Neptuno volvió a ser visitado
dos veces gracias al doblete europeo conseguido.
Quique en su despedida | FOTO: forzaatleti.com |
La temporada siguiente no fue buena para el equipo, por lo
que al llegar a su final, el club decidió no renovar al entrenador. A pesar de
haber sido pitado por parte de la grada, en su último partido dirigiendo al
Atleti fue aplaudido y vitoreado por un gran sector de la afición, que se quedó
al finalizar el partido pidiendo la salida de Quique para despedirse. Después
de saludar a todo el estadio y ponerse una bufanda rojiblanca en el cuello,
Quique besó su mano que después posó en el césped del Calderón, demostrando su
sincero aprecio por el Atleti.
No todo fue perfecto, ya que el míster no tuvo una buena
relación con el uruguayo Diego Forlán, cuyo enfrentamiento propició un culebrón que no hizo ningún bien
para el equipo. El delantero acabó la temporada como suplente, y finalmente al
igual que Quique, abandonó el club colchonero.
Después del respeto mostrado al club, y el triunfo en Europa
League y Supercopa de Europa en 2010, solo me quedan palabras de agradecimiento
para el entrenador que hizo que viviera el primer título desde que tengo uso de
razón, y desearle la mayor suerte en lo que resta de su carrera como
entrenador.
Por Álvaro Gómez
Sígueme en Twitter: @Alvarosg_93
Todo con Quique fue idílico hasta el enfrentamiento con Diego Forlán. Les recuerdo a ambos con cariño, pero mi aprecio al uruguayo es superior al de cualquier otro.
ResponderEliminarEn mi opinión el balance de Quique fue nefasto, en liga un 9º y un 5º, en Copa no se ganó a un rival decente en ninguno de los 2 años y en EL: un año no se pasó la fase de grupos y el otro tuvo que aparecer un milagroso Forlán para ganarla.
ResponderEliminarComo ya he dicho, en liga muy irregular. Pero meternos en 3 finales y ganar dos, por muy "sencillos" que fueran los rivales, es de un mérito increíble después de la racha nefasta que llevábamos. Quién nos iba a decir por entonces que nos clasificaríamos para una final en Anfield...
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