jueves, 4 de julio de 2013

Iniciando una época gloriosa

Quique Sánchez Flores en su presentación | FOTO: cadenaser.com
ÁLVARO GÓMEZ | Después de una gran temporada conquistando la Copa del Rey y el tercer puesto en liga, podemos afirmar que el Atlético de Madrid ha vuelto a la élite de la mano de un entrenador excelente, Cholo Simeone, considerado la clave del éxito del equipo en los dos últimos años. La pregunta es, a parte de Simeone, ¿hay algún otro artífice de que el Atleti vuelva a codearse entre los grandes?

Si retrocedemos cuatro años, nos encontramos con un Atleti en Champions con Abel Resino en el banquillo, pero con más de una década en blanco en cuanto a títulos, y con un vergonzoso descenso a Segunda. La temporada empieza mal para el Atleti, y la directiva decide como es habitual cuando algo va mal, destituir al entrenador, entregándole el equipo a Quique Sánchez Flores.

Quique produjo esa cierta ilusión que genera todo nuevo entrenador, aunque posiblemente nadie se imaginaba la grandísima segunda vuelta de campeonato que iba a darse en competiciones coperas. En liga fue otra historia, con un Atleti irregular y lejos de puestos de clasificación para campeonato europeo.

Con la Europa League | FOTO: es.uefa.com
Con un equipo muy desequilibrado del centro del campo hacia atrás, pero con cracks como Agüero, Forlán o Simao en el ataque, Quique se clasificó para la final de Copa del Rey, que acabó perdiendo contra el Sevilla, y para la final de Europa League, donde el club colchonero ganó 2-1 al Fulham inglés con un gol de Forlán en el minuto 116 que nunca se irá de la memoria del aficionado rojiblanco.

Fue el primer título para una generación de jóvenes atléticos que estaban acostumbrados a ver al tercer club de España hundido en la mediocridad, viendo con envidia como otros celebraban sus triunfos por los que el Atleti nunca luchaba.

Además, llegado agosto de 2010, el madrileño Quique Sánchez Flores conquistó la Supercopa de Europa ante el reciente campeón de la Champions, el Inter de Milán. Tras catorce años en blanco, Neptuno volvió a ser visitado dos veces gracias al doblete europeo conseguido.

Quique en su despedida | FOTO: forzaatleti.com
La temporada siguiente no fue buena para el equipo, por lo que al llegar a su final, el club decidió no renovar al entrenador. A pesar de haber sido pitado por parte de la grada, en su último partido dirigiendo al Atleti fue aplaudido y vitoreado por un gran sector de la afición, que se quedó al finalizar el partido pidiendo la salida de Quique para despedirse. Después de saludar a todo el estadio y ponerse una bufanda rojiblanca en el cuello, Quique besó su mano que después posó en el césped del Calderón, demostrando su sincero aprecio por el Atleti.

No todo fue perfecto, ya que el míster no tuvo una buena relación con el uruguayo Diego Forlán, cuyo enfrentamiento  propició un culebrón que no hizo ningún bien para el equipo. El delantero acabó la temporada como suplente, y finalmente al igual que Quique, abandonó el club colchonero.


Después del respeto mostrado al club, y el triunfo en Europa League y Supercopa de Europa en 2010, solo me quedan palabras de agradecimiento para el entrenador que hizo que viviera el primer título desde que tengo uso de razón, y desearle la mayor suerte en lo que resta de su carrera como entrenador. 

Por Álvaro Gómez

Sígueme en Twitter: @Alvarosg_93 

3 comentarios:

  1. Todo con Quique fue idílico hasta el enfrentamiento con Diego Forlán. Les recuerdo a ambos con cariño, pero mi aprecio al uruguayo es superior al de cualquier otro.

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  2. En mi opinión el balance de Quique fue nefasto, en liga un 9º y un 5º, en Copa no se ganó a un rival decente en ninguno de los 2 años y en EL: un año no se pasó la fase de grupos y el otro tuvo que aparecer un milagroso Forlán para ganarla.

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  3. Como ya he dicho, en liga muy irregular. Pero meternos en 3 finales y ganar dos, por muy "sencillos" que fueran los rivales, es de un mérito increíble después de la racha nefasta que llevábamos. Quién nos iba a decir por entonces que nos clasificaríamos para una final en Anfield...

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