martes, 9 de julio de 2013

El difícil papel de David Villa

Fotomontaje | FOTO: Marca.com
IMANOL ECHEGARAY | Por fin las plegarias de Simeone, que se llegó a quejar públicamente de la pasividad de los directivos atléticos, han dado sus frutos. Ya tiene el '9' que buscaba. Y lo tiene a precio de saldo. 2'1 millones pagará el Atlético de Madrid por David Villa esta temporada, sumado a una ficha en torno a los 5-6 'kilos' brutos por temporada. Sobre la mesa, una operación redonda para la entidad y el jugador, pero sobre el papel, el asturiano tiene una misión que completar, hacer olvidar a Radamel Falcao entre otros. Y eso no va a ser tarea fácil.

Montándonos en la máquina del tiempo que es el fútbol, nos vamos a las primeras temporadas del Atlético de Madrid en Primera División tras su ascenso desde el infierno. Allí corría un joven chaval que dos años antes era un recogepelotas más del Vicente Calderón. Era el ídolo de la grada. Tampoco había más donde poder elegir. Ese niño se llamaba Fernando Torres y se echó al equipo y a la afición a la espalda durante 7 años. Nunca pudo ganar un título con el club de su corazón, ni clasificarle para Europa, pero no fue porque él no quisiera, si no porque estaba rodeado de futbolistas que hoy, con Simeone, no tendrían sitio ni en la cantera. Se fue dejando 36 millones en las arcas y 91 goles oficiales con la rojiblanca puesta.

Los 5 últimos delanteros del Atlético | FOTO: Antena3.es
Compañero durante un año de ese rubio que se marchó a Liverpool, Sergio Agüero aterrizó en 2006 siendo un inexperto en Europa y llevando consigo el tremendo desembolso que el Atlético pagó por él. 20 millones por medio - lo que era en aquellos años el fichaje más caro de la historia del club -, se afianzó en Madrid creciendo cada año un poco más a base de fútbol, genialidades y magia. Se convirtió en un ídolo absoluto de la hinchada del Vicente Calderón y era el niño mimado de todos los entrenadores que se sentaron en el baquillo atlético. Tras cinco temporadas en las que ganó, siendo providencial, una Europa League y una Supercopa de Europa con el club, amén de llegar a una final de Copa del Rey, se marchó de mala manera al Manchester City con una bolsa con los 101 goles que marcó siendo un indio más.

Ese mismo verano se marcharía Diego Forlán, que vivió la grandeza y la decepción en el Atlético en los cuatro años que estuvo. Llegó procedente del Villarreal que había caído en semifinales de la Champions ante el Arsenal y fue el relevo natural de Fernando Torres. Mejoró las prestaciones del delantero español en cuanto a goles y se convirtió en leyenda del club del Vicente Calderón. Fue el primer bota de oro en toda la historia del centenario club al marcar 32 goles en la temporada 2008/09. Clasifico dos años seguidos a la Champions League al equipo de la mano de Agüero, lo que les convertía en una de las parejas más demoledoras de toda Europa. Fue el bigoleador en la final de Hamburgo en la que el Atleti se hizo con la Europa League y jugó la final de Supercopa ante el Inter que los rojiblancos ganaron por 0-2. Problemas con Quique Sánchez Flores y con cierto sector de la grada, hicieron abandonar el barco por la puerta trasera a uno de los mejores delanteros que ha vestido estos colores, con 96 goles oficiales.
Forlán, Agüero, Torres, Falcao y VILLA | FOTO: Marca.com

Y aterrizamos al pasado más reciente. Tiene nombre y apellidos y es Radamel Falcao, que ha firmado por el Mónaco esta misma temporada, a cambio de 60 millones de euros. Una operación que muchos siguen sin entender, dado que el equipo monegasco juega en una Liga muy inferior a la española y este año no disputará competición europea. El tigre del Manzanares se marcha con un total de 70 tantos en sólo dos temporadas y una Europa League, una Supercopa de Europa y una Copa del Rey bajo el brazo. En las dos primeras fue el principal protagonista al marcar dos y tres goles respectivamente. En la tercera hizo historia junto al resto de sus compañeros porque por fin lograron vencer al Real Madrid, más si cabe en el Santiago Bernabéu y en una final. Deja un cariño fuera de toda duda a la grada y la duda sobre si realmente se fue por voluntad propia o no.

Volvemos al presente. David Villa. Llega habiendo ganado todo lo que un futbolista puede ganar y siendo el máximo goleador de la historia de la selección española. Como contrapunto, su edad (31 para 32) y la lesión que sufrió hace un año y medio. A favor tiene la plena confianza que ha depositado el club en él, y Diego Pablo Simeone, que intentará sacar el mayor rendimiento a un futbolista que quiere ser titular en el Mundial de Brasil de 2014. Tendrá que dar o quitar razones a propios y extraños. El tiempo hablará, por lo que sólo queda darle la bienvenida, y que esté a la altura del legado que algunos ya han dejado.

Por Imanol Echegaray

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